martes, 5 de mayo de 2009
Una noche por delante demasiadas por detrás, confesándole a mi almohada que nadie me hace llorar ; Cuando llegan las estrellas temo que mi sensatez subestime mi mania de querer volverte a ver ; Y una vez que duerma mi cabeza, tomará el mando el corazón. Soñaré que tú me despiertas y aún vive tu apuesta por nosotros dos. Y aunque se que nuestra historia es la que nunca pudo ser, en algunos de mis sueños ser valiente es tu papel.
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