domingo, 26 de abril de 2009
Muchas veces no sabemos elegir, o nos gustan las cosas difíciles, porque a decir verdad ¿A quién le gusta las cosas fáciles? A nosotras siempre nos gusta el que nos hace mal, el que nos hace llorar, aquel que pasa y no nos mira porque sabemos que en el fondo si les importa lo que hacemos y dejamos de hacer aunque no lo demuestren. Tenemos que aprender que si esperamos nuestro momento, tarde o temprano vamos a conseguir lo que queremos. Lo fácil, como lo tenemos en la mano, se nos va sin darnos cuenta. Lo difícil cuesta, pero con sacrificio ¿quién no puede obtener lo que quiere? Nunca digas nunca-
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